Hace unos días, el gobernador regional de Arequipa Elmer Cáceres, envió una carta al presidente ruso Vladimir Putin, solicitándole poder adquirir la vacuna “Sputnik V” que su país ha desarrollado para la lucha contra el Covid19. Aunque muchos han visto esta misiva como una más de las tonterías que suele decir y hacer Cáceres (recordar que también ha señalado que el dióxido de cloro y la carne de alpaca ayudan en la lucha contra el coronavirus), lo cierto es que confirma la posibilidad que tienen entidades sub-nacionales, como un gobierno regional, de establecer vínculos internacionales con el gobierno de otro país.
La paradiplomacia recibe muchos significados, pero bien podría resumirse justamente en la participación de entidades no nacionales en la dinámica internacional. En el Perú, la paradiplomacia no ha sido muy estudiada. El año pasado, el periódico El Comercio publicó un editorial (11/02/19) en el cual criticaba las relaciones que el gobierno regional de Puno, en manos de Walter Aduviri, estaba desarrollando con gobiernos como el de Bolivia, China, India, Rusia y Reino Unido. Llegando incluso a señalar que “el gobernador de Puno no puede exceder las competencias que le tocan”, “ensaya estrategias geopolíticas que exceden a su cargo” y que “la política exterior es determinada por su presidente y su canciller”. Que Aduviri genere preocupación en un sector del establishment limeño o que Cáceres sea un impresentable, no resta que tengan la capacidad (por no decir la obligación en un mundo globalizado) de desarrollar vínculos de naturaleza internacional. Ciertamente, es improbable que Moscú responda con claridad al pedido de Cáceres, y si lo hace, va a ser muy cuidadoso de no poner en riesgo su relación con Torre Tagle.
No obstante, la paradiplomacia también tiene limitaciones, y una de las principales es cuando estamos frente a temas de interés nacional, como es este caso. La lucha contra el Covid19 es una política nacional liderada por el gobierno central. En el contexto actual, es el gobierno central que está construyendo una estrategia para acceder en el futuro cercano a la tan deseada vacuna. Por ello, no es posible admitir que un gobierno regional pretenda asumir esta labor, por más importante que sea para su población. Además, al ser la vacuna un medicamento, este debe aprobado por el Ministerio de Salud. La ministra Pilar Mazzetti, así lo ha confirmado. Considerando las dudas que genera aun la vacuna rusa -la misma que no cuenta con ningún tipo de respaldo académico ni internacional (la OMS no la conoce) y que todavía se encuentra en la tercera fase de pruebas (aunque se prevé que va a ser aplicada en forma extraordinaria en Rusia desde octubre)-, es muy probable que no sea aceptada por las autoridades sanitarias del país. De todas formas, el gobierno central, como lo ha realizado México, puede pedir información al gobierno ruso acerca de la vacuna. En momentos críticos, toda ayuda suma.
Finalmente, la paradiplomacia también puede ser empleada para otros fines. Vladimir Rouvinsky, académico ruso de la universidad ICESI (Colombia) considera que la paradiplomacia puede ser utilizar por la entidad sub-nacional como una herramienta política contra el gobierno central. Los acercamientos de Aduviri con el gobierno boliviano de Evo Morales, buscaban presionar al gobierno de Vizcarra con el tema del gas para el sur del país. Tratándose del gobierno regional de Arequipa, la solicitud de Cáceres a Rusia bien puede ser expresión de un intento por forzar al Ejecutivo para que tome una mayor acción en Arequipa (priorizando dicha región), desviando la atención de la crítica que ha recibido. Recordar que Cáceres ha sido cuestionado por el mal manejo que ha tenido de la pandemia. Esto llevó al Colegio de Abogados de Arequipa a denunciar penalmente a Cáceres por delitos contra el cuerpo, la vida y la salud, entre otros. Asimismo, en un reciente informe presentado por el INEI (con información levantada pre pandemia), la gestión de Cáceres es desaprobada por el 77.6% de la población (solo la aprueba el 14.9%), siendo el gobierno regional más cuestionado en todo el país. Probablemente hoy la desaprobación sea aún mayor.
En todo caso, parece que se multiplican los casos de autoridades locales que comienzan a seguir el mismo camino: los alcaldes de Canchis (Cuzco), Pacasmayo (La Libertad) y Moche (La Libertad), también están solicitando al gobierno ruso la vacuna. Entre la necesidad de enfrentar la pandemia y el uso político que esto puede generar, la paradiplomacia se presenta como una herramienta para los gobiernos sub-nacionales.
(Ilustración: elperiodicoextremadura.com)